A unos pocos metros de 23 y M, se alza el restaurante “La Roca”. Casa del Instituto Cubano de Radio y Televisión durante el pasado siglo, en la actualidad se caracteriza por su entorno acogedor, su menú variado, y un bar donde se pueden disfrutar de más de 100 cócteles.
Quizás el éxito del restaurante se debe a la calidad de sus platos y su precio módico, lo que permite que cada día se incremente el número de visitantes. Además, la entidad mantiene la tradición de armonizar los almuerzos y comidas con música.
A través de los años, intérpretes como Bola de Nieve y Frank Emilio Balmaseda han deleitado a un público, que siempre regresa complacido a La Roca, lugar que se ha convertido en uno de los preferidos de la familia cubana y el turismo internacional.
La piedra fundamental del restaurante es su colectivo laboral que realiza jornadas de más de DOCE horas de trabajo. La dirección, el departamento comercial y los compañeros del almacén se esfuerzan para mantener una carta integral, afirma Raúl Tamayo.
A tono con los requerimientos del país, sustituyen importaciones en aras de lograr una mayor eficiencia económica. La entidad es un centro escuela y más del CUARENTA por ciento de la fuerza laboral la integran estudiantes de Gastronomía que realizan su último año de práctica laboral.
Roger Rodríguez, capitán del centro, dijo que ayuda a los más jóvenes a adquirir conocimientos para que brinden un servicio de excelencia. “El restaurante NO para un solo día,- declaró -todas las reparaciones se realizan de madrugada”.
PARA CONTRIBUIR AL DESARROLLO SOCIAL.
Con un promedio de CUATROCIENTAS personas diarias, el restaurante La Roca es uno de los más visitados en el Vedado habanero.
“Este es uno de los lugares más económicos de la zona”, afirmó René Rodríguez, cliente habitual de la entidad. Por un precio módico se pueden degustar excelentes platos-señaló el usuario Michel Mederos.
Los chef de cocina, Oly González y Roberto Sánchez se esmeran en la preparación de la comida y en más de una ocasión han recibido la felicitación de las personas que visitan el restaurante.
Y es que en ese centro habanero trabajan hombres y mujeres que crecen con su labor y se esfuerzan cada día por brindar un mejor servicio. Esa es su contribución al desarrollo de la sociedad
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